Page 459 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
Se había echado la capucha hacia atrás. Su
pelo era exótico: largo, fino, blanco, y brotaba
de una base de rojo furioso. Sólo quedaban
rastros de las arrugas dejadas por la edad. Tenía
pechos… exóticos, sí; altos y cónicos,
deliciosamente puntiagudos bajo la túnica.
Cabía preguntarse si los dikta los considerarían
poderosamente sensuales o reveladores del
origen animal.
El ascensor se había detenido. Las puertas se
abrieron. Pero Corbell permaneció apretado
contra la pared. Tampoco ella se movía. Le
observó con intranquilidad, mientras él
aspiraba grandes bocanadas de aire, empleando
toda su fuerza para mantenerse quieto.
La deseaba. Era locura, sentía pánico.
—Perfume —dijo, y su voz fue un graznido.
—Sí —respondió ella—. Debería darte
vergüenza obligarme a estas cosas. Si te
complace herirme en mi amor propio, has
ganado.
—¡No entiendo!
—Feromonas. Alteré mi sistema médico para
crear feromonas que afectaran tu necesidad
sexual. Las feromonas son señales bioquímicas.
Avanzó un paso y le puso las manos en los
hombros, agregando:
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