Page 34 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
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—¡Mirad! —exclamó la primera, bajando con la
linterna por el arco.
Corrimos a su lado y sumamos nuestras luces a la
suya. En efecto, allí descendía una escalera, esta vez con
una curvatura suave y peldaños mucho más anchos,
aunque hecha de los mismos materiales. Más o menos a
la altura del hombro —a un metro y medio tal vez— y
pegadas al muro interno de la torre, vi lo que al principio
creí unas enredaderas de un verde vagamente chispeante,
que bajaban adentrándose en la oscuridad. De pronto me
vino un recuerdo absurdo de las flores que adornaban las
paredes de mi baño cuando vivía con mi marido.
Entonces, al mirarlas, las «enredaderas» se fueron
definiendo y vi que eran palabras: unas letras en cursiva
que asomaban unos quince centímetros de la pared.
—Seguid enfocando —pedí, y pasé entre ellas para
bajar los primeros peldaños.
Otra vez me fluyó la sangre a la cabeza y me sentí tan
confusa que los oídos me retumbaban. Fue un acto de
control extremo dar tan pocos pasos. No sabría decir qué
me impulsó a hacerlo, salvo que yo era la bióloga y
aquello parecía extrañamente orgánico. De haber estado
allí la lingüista, tal vez lo habría delegado en ella.
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