Page 37 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
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subyacente de miel podrida. Aquel bosque en miniatura
oscilaba, casi imperceptiblemente, cual posidonias en
una leve corriente oceánica.
Había otras cosas en aquel pequeño ecosistema.
Medio ocultas por los filamentos verdes, la mayoría de
esas criaturas eran traslúcidas, con forma de unas manos
minúsculas incrustadas por la base de la palma. Unos
nódulos dorados coronaban los dedos de dichas
«manos». Me incliné aún más, como una tonta, como si
no me hubiera entrenado durante meses para la
supervivencia ni estudiado biología, siquiera. Como si
me hubieran engatusado para pensar que esas palabras
debían ser leídas.
Tuve mala suerte... o no. Como reacción a un cambio
en el flujo de aire, un nódulo de la A eligió ese momento
para abrirse de golpe y arrojar un ínfimo chorro de
esporas doradas. Me retiré, pero me pareció que notaba
algo que me penetraba en la nariz y que el olor a miel
podrida se intensificaba como un pinchazo.
Desconcertada, di otro paso atrás y me apropié de los
mejores reniegos de la topógrafa, aunque solo
mentalmente: mi instinto natural siempre tendía al
disimulo. Ya me estaba imaginando la reacción de la
psicóloga a mi contaminación, si se lo contaba al grupo.
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