Page 120 - Dimension De Milagros - Robert Sheckley
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—Según  lo  que  pienso,  la  existencia  de  un  dios  o

          varios dioses es obvia e inevitable, y creer en Dios es tan

          fácil y natural como creer en una manzana, sin roas ni


          menos significación. Cuando uno lo analiza a fondo, hay

          una  sola  cosa  que  se  interpone  en  el  camino  de  esta

          creencia.



                 —¿Y cuál es? —preguntó Carmody.


                 —Es  el  Principio  de  los  Negocios,  que  es  más

          fundamental que la ley de la gravedad. A cualquier lugar


          de  la  galaxia  que  usted  vaya  encontrará  negocios  de

          comida, de construcción de casas, negocios de guerra, el

          negocio  de  la  paz,  el  negocio  de  gobernar  y  así


          sucesivamente. Y por supuesto, el negocio de Dios, que

          se  llama ʹreligiónʹ  y  que  es  una  línea  de  conducta

          particularmente  censurable.  Podría  pasar  un  año


          hablando  de  las  nociones  malignas  y  perversas  que

          venden las religiones, pero estoy seguro que usted ya las

          habrá oído antes. Mencionaré sólo un tema, que parece


          fundamentar todo lo que predica la religión y que a mi

          entender, resulta exquisitamente perverso.


                 —¿De  qué  se  trata?  —preguntó  Carmody.  —Es  la


          profunda y fundamental base de hipocresía sobre la que

          se funda la religión. Piense: ningún ser puede llamarse


          devoto si no posee libre albedrío. Sin embargo, el libre

          albedrío  es  libre,  y  no  puede  someterse  a  tratos  ni  a

          cálculos;  esa  facultad  que  hace  posible  un  estado  de


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