Page 1035 - Kraken - China Mieville
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dejó escapar un alarido al tiempo que los brazos


             más cortos del animal se abrían para recibirlo.




                    Vardy  gritó.  El  fuego  del  tiempo  rugía,  y  se


             estaba  propagando.  El  calamar  se  encogía.  Los



             brazos y las piernas de Vardy se acortaban.




                    El calamar miró a Billy. Nunca podría precisar


             con  palabras  lo  que  había  en  aquella  mirada,


             aquellos  ojos  súbitos,  lo  que  el  espécimen


             embotellado le estaba comunicando, pero era un


             compañerismo.  No  servilismo.  No  estaba


             obedeciendo.  Sino  que  hizo  lo  que  hizo


             deliberadamente,  como  una  ofrenda,  y  lo  miró,



             despidiéndose.



                    El fuego del tiempo siguió reduciéndolo, borró



             la muerte de su piel, la hizo suave. Un egoísmo


             desinteresado. Sin evolución, ¿qué serían él y sus


             hermanos?  Los  dioses  de  las  profundidades  no


             eran los hermanos de esa cosa: se dejó robar no por


             el bien del kraken, sino por los exemplae, todos esos


             especímenes que había a su alrededor, de todas las


             formas, esos dioses de la ciencia embotellados.




                    El tanque crepitaba por el fuego. La piel estaba


             rejuveneciendo por efecto de las llamas. Hubo un


             último  arrebato  de  combate.  Perfilado  en  el



             resplandor, Billy vio un bebé chillando una furia


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