Page 103 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
P. 103
habitantes del lugar empezaron a retirarse en
dirección a sus hogares, ansiosos de encerrarse, a
pesar de la evidencia de que ningún cerrojo ni
cerradura valía ante una fuerza que podía doblar
árboles y triturar casas a voluntad. Agitaron la
cabeza ante el plan de los visitantes de montar
guardia frente a las ruinas de la casa de los Frye,
próxima al barranco; y cuando partieron tenían
pocas expectativas de volver a verlos.
Esa noche hubo estruendos bajo las colinas y las
chotacabras chillaron amenazadoramente. De vez
en cuando, el viento que trepaba del fondo del
barranco de Cold Spring aportaba un matiz de
hedor inefable al aire pesado de la noche; era una
pestilencia que los tres hombres al acecho habían
olido en otra ocasión, cuando estuvieron de pie
junto a una cosa agonizante que durante quince
años y medio había pasado por un ser casi humano.
Pero el horror que buscaban no apareció. Lo que
fuera que estuviese en el barranco se estaba
tomando su tiempo, y Armitage les dijo a sus
colegas que habría sido suicida tratar de atacarlo en
la oscuridad.
Llegó la mañana pálida y los sonidos de la
noche cesaron. Fue un día gris, lúgubre, con ráfagas
103

