Page 68 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
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                     Sin embargo, aquello no fue más que el prólogo


              al  auténtico  horror  de  Dunwich.  Desconcertadas


              autoridades cumplieron con las formalidades, los


              detalles  anormales  se  mantuvieron  fuera  del


              alcance  de  la  prensa  y  el  público,  y  se  enviaron



              hombres a Dunwich y Aylesbury para revisar las


              propiedades e informar a los herederos que pudiera


              tener el difunto Wilbur Whateley. Encontraron la


              zona sumida en una gran agitación, tanto por los


              estruendos crecientes bajo las colinas redondeadas,


              como por el hedor inusitado y los sonidos como de


              oleaje  o  chapoteo  que  llegaban  cada  vez  más



              intensamente  desde  la  gran  estructura  vacía


              formada por la granja clausurada con tablones. Earl


              Sawyer, que se encargaba del caballo y el ganado


              durante  la  ausencia  de  Wilbur,  tenía  los  nervios


              destrozados.




                     Los oficiales inventaron excusas para no entrar


              en el hediondo lugar cerrado con tablas; y se dieron


              por  satisfechos  con  la  inspección  superficial  del


              sitio donde vivía el difunto, en los cobertizos recién


              reparados. Redactaron un informe voluminoso que









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