Page 388 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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que  la  casa  necesitaba  disciplina  y  que  él  tenía


              intención  de  mantenerla,  y  después  de  eso  les


              atizaba todo el tiempo, a veces en el trasero y a veces


              en la cara, también pegaba un montón a mamá.





                 Nell  pasaba  más  y  más  tiempo  en  la  sala  de


              juegos, donde le era más fácil hacer los ejercicios


              que Dojo enseñaba a Belle. A veces jugaba con los


              otros  niños.  Un  día  jugaba  al  quemado  con  una


              amiga y le ganaba continuamente. Entonces vino


              un chico, un chico más grande que Nell o su amiga,


              e insistió en que le dejasen jugar. La amiga de Nell


              le cedió el sitio, y luego Nell jugó contra el chico,


              cuyo nombre era Kevin. Kevin era un enorme chico


              sólido que estaba orgulloso de su tamaño y fuerza,


              y su filosofía en el quemado era ganar por intimi‐


              dación.  Agarraba  la  pelota,  la  levantaba


              melodramáticamente,  descubriendo  los  dientes  y


              poniéndosele  la  cara  rojo  brillante,  y  luego  gol‐


              peaba  la  pelota  con  un  golpe  de  molino,


              completado  con  efectos  de  sonido  que  siempre


              llenaban la pelota de saliva. La interpretación era


              tan impresionante que muchos niños simplemente


              se  quedaban  parados  mirando  alucinados,


              temerosos de acabar en medio de la trayectoria de


              la  pelota,  y  después  de  eso  Kevin  se  limitaba  a


              golpear la pelota más y más fuerte mientras gritaba


              insultos a su oponente. Nell sabía que la mamá de


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