Page 6 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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atrevería a pensar lo contrario... En cualquier caso,
con independencia del nombre que se le dé, ese tipo
de lector acomodaticio y pasivo, existe, y a él se
refería Cortázar y deseo referirme ahora yo en
relación con la ciencia ficción y, en particular, con esta
novela.)
Siempre he pensado que ese «lector hembra» de
Cortázar no se sentiría nunca a gusto con la ciencia
ficción, y tal vez por eso algunas de las mejores cabras
del género no logren nunca la condición de best‐
seller. El «lector hembra» abunda demasiado.
En la ciencia ficción el lector se arriesga a pasear su
imaginación por mundos distintos de aquellos que
conoce, mundos y sociedades nuevas de los que, a
priori, posee pocas referencias. El autor las debe ir
desgranando, poco a poco, situando el contexto al
tiempo que avanza la narración. Cuanto más arriesga
el autor, más complejo se hace el proceso de lectura y
el lector debe ir agudizando el ingenio para, gracias a
las pistas que va dejando el autor, situar e imaginar
por sí mismo una sociedad nueva, distinta y de la que
no siempre el lector tiene todas las referencias. Una
labor no demasiado fácil pero, eso sí, siempre
gratificante.
Un error muy habitual para evitar las
incomodidades que pueda sentir ese «lector hembra»
es acompañar la narración con exposiciones
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