Page 8 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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poco a poco. Parte del vocabulario que usa, sobre
todo en el aspecto técnico, nos ha de ser, en principio,
desconocido. Stephenson nos habla de un Shanghai
del siglo XXI, en el que, como es lógico, nunca hemos
estado. En realidad la sensación es la misma que
pudiera tener un observador del siglo pasado ante
una conversación actual en la que nosotros hablá‐
ramos como lo hacemos normalmente, sin
concesiones de ningún tipo. Muchas de las palabras
que usamos no pueden ser comprendidas al primer
instante por quien no pertenezca a nuestra cultura.
Ello no significa que no puedan ser comprendidas
por una mente inteligente y abierta, pero eso exige un
poco de espera, de esa espera a la que se niegan tantos
«lectores hembra»...
Es evidente que algunos términos inventados por
Stephenson encajan antes en nuestro proceso de
comprensión. Así podemos entender fácilmente que
«ractor» puede ser un actor interactivo, o que un
«sito» no sea más que un parásito nanotecnológico,
un «nanosito». Algo que puede ser común en el
mundo del siglo XXI que Stephenson ha imaginado,
pero que no tiene ninguna equivalencia en nuestro
mundo, aquel en el que los lectores hemos adquirido
nuestras principales referencias. En otros casos, la
interpretación no es tan inmediata pero, lo puedo
asegurar, con el devenir de la narración todo encaja
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