Page 202 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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tructor. Declaró que nada sabía del robo, que no
conocía a los cómplices de Hawkes. Quedó libre de
toda sospecha de complicidad gracias a la confesión
firmada por Hawkes.
Presentóse después en la Oficina del Registro de
No Agremiados, y le fue concedida la inscripción y
le entregaron el televector transmisor, el cual se
hizo injertar en el muslo por un cirujano. Le aceptó
un vasito de whisky al gordinflón de Macintosh, en
memoria de Hawkes.
Habló con Macintosh sobre la mejor manera de
entrar en posesión de la herencia, y le dijo el
funcionario que era cosa complicada, pero que al
final sería resuelta favorablemente para él. Mac‐
intosh se encargaría de que el Juzgado actuara sin
pérdida de tiempo.
Encontró a Hollis en la calle algunos días des‐
pués. El orgulloso usurero estaba paliducho, aco‐
bardado, muy delgado, lo que se dice en los puros
hueso. Aunque Alan no le tenía simpatía, lo con‐
vidó a comer, para ver si se inflaba un poco.
—¿Se ha quedado usted en York? —le preguntó
Alan—. Tengo entendido que buscan a los…
amigos de Max.
—Sí —respondió Hollis, enjugándose el sudor
de la frente—. Pero a mí no me han molestado
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