Page 59 - En los muros de Eryx - H.P. Lovecraft
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número, ya que el alcance de mi pistola es muy


               grande. Después acamparé en el musgo seco del


               borde  de  la  meseta,  y  por  la  mañana


               emprenderé la penosa marcha por la selva, hasta


               Terra  Nova.  Me  alegrará  ver  hombres  vivos  y


               edificios de seres humanos otra vez. Los dientes


               de ese cráneo brillan y sonríen horriblemente.








               15, VI; hacia el anochecer








               Horror y desesperación. ¡Me he vuelto a desviar!


               Después  de  hacer  la  anotación  anterior,  me


               acerqué  aún  más  al  esqueleto;  pero  de  repente


               tropecé con una pared que se interponía. Una vez


               más  me  había  equivocado,  y  al  parecer  me


               encontraba en el sitio en que había estado hace


               tres días, cuando intenté salir del laberinto por



               primera  vez.  No  sé  si  grité…,  quizá  estaba


               demasiado débil para proferir ningún grito. Me


               limité a quedarme tendido en el barro, ofuscado,


               durante  largo  rato,  mientras  los  seres  verdosos


               del exterior saltaban y reían y gesticulaban.








               Un  rato  después  habla  recobrado  algo  más  la


               conciencia.  La  sed,  la  debilidad  y  la  asfixia  me


               estaban venciendo de prisa, y con la última pizca



                                                                                                             59
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