Page 108 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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todo.




                  Lycan se secó las palmas de las manos.




                  —Las primeras citas no son mi fuerte.




                  —Lo  está  haciendo  muy  bien.  —Mira  sonrió  lo


           mejor que pudo, aunque sabía que la sonrisa no se


           reflejaba en sus ojos. Tenía que salir de aquí, tenía que


           convencer a uno de estos tíos para que la resucitara.


           ¿Uno de estos tíos? Lycan era la tercera persona que


           la resucitaba en los cincuenta años que el sitio llevaba



           abierto,  y  de  creer  lo  que  dijo  el  primero,  el


           pervertido,  cuanto  más  tiempo  pasara  aquí  menos


           deseable sería.




                  A  Mira  le  gustaría  poder  ver  dónde  estaba.


           ¿Estaba  en  un  ataúd?  ¿En  una  cama?  Le  gustaría


           poder mover el cuello.




                  —¿Cómo es esto? —preguntó—. ¿Estamos en una


           habitación?




                  —¿Quieres verlo? Echa un vistazo. —Lycan puso


           la palma de la mano a unos treinta centímetros de la


           cara de Mira; en ella había una pantalla con palabras



           e imágenes en tres dimensiones que se transformó en


           un espejo.




                  Mira  retrocedió.  Su  propio  rostro  muerto  la




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