Page 125 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
P. 125

que  seguía  habiendo  abogados,  aunque  tuvieran  la


           piel de color naranja.




                  —Mi abuelo Lycan dice que te mande saludos —


           dijo Neas.




                  Mira  sonrió.  Le  costaba  trabajo  mantener  la


           sonrisa  con  los  labios  rígidos,  pero  era  agradable.


           Lycan había vuelto después de todo.




                  —Dile que llega tarde, pero que no importa.




                  —Insistió para que habláramos contigo.




                  Neas habló afablemente de Lycan. Había conocido


           a una mujer en una reunión de Weight Watchers, y a


           su  esposa  no  le  parecía  bien  que  siguiera  viendo  a



           Mira. Se divorciaron veinte años más tarde. Murió de


           un  ataque  al  corazón  a  los  sesenta  y  seis,  lo


           resucitaron,  luego  fue  pasajero  de  su  hijo  ya


           cumplidos los noventa. El hijo de Lycan se convirtió


           en pasajero de Neas hace unos años, y llevaba a Lycan


           con él.




                  —Me alegro de que Lycan esté bien —dijo Mira


           cuando terminó Neas—. Le cogí mucho cariño.




                  —Y él a ti. —Neas cruzó las piernas y se aclaró la


           garganta—. Dime, Mira, ¿quisiste tener hijos cuando



           estabas viva? —Su tono había pasado a ser el de un




                                                                                                               125
   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130