Page 113 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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—Pero, tío, ¿cómo sabemos que la existencia es real?
Dejé mi trabajo, miré a Zammis, sacudí la cabeza y seguí
cosiendo las botas.
—Te doy mi palabra.
El drac hizo una mueca.
—Pero tío, eso no es Conocimiento. Eso es fe.
Suspiré al recordar mi segundo año en la universidad de
las Naciones: un puñado de adolescentes que malgastaban el
tiempo en un piso barato experimentando con alcohol,
drogas y filosofía. Teniendo poco más de un año terrestre,
Zammis estaba convirtiéndose en un intelectual latoso.
—Bien, ¿qué hay de malo en la fe?
—Vamos, tío. —Zammis rio con disimulo—. ¿Fe?
—A algunos nos ayuda en esta barahúnda fangosa.
—¿Barahúnda?
Me rasqué la cabeza.
—Ésta mortal confusión, el tumulto de la vida.
Shakespeare, creo.
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