Page 112 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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Zammis montó la tienda dentro de la cueva, puso brasas
en interior y después frotó la piel con grasa para
impermeabilizarla. Había crecido más, y yo había aplazado
la confección de sus botas hasta asegurarme del tamaño que
precisaba. Intenté planear el crecimiento midiendo los pies
de Zammis de diez en diez días y prolongando hasta la
primavera. Según mis cálculos cuando la nieve se derritiese
el chico tendría unos pies como dos naves de transporte. En
primavera, Zammis habría completado el crecimiento. Las
viejas botas de vuelo de Jerry estaban destrozadas antes de
que Zammis naciera, pero yo había guardado los trozos. Usé
las suelas para trazar las medidas de mis pies, y confié en
tener éxito.
Yo estaba ocupado Con las botas nuevas y Zammis
vigilaba el revestimiento de la tienda. El dracón se volvió
para mirarme.
—¿Tío?
—¿Qué?
—¿La existencia es el primer supuesto?
Me encogí de hombros.
—Eso dice Shizumaat. No lo sé.
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