Page 63 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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que arde tiene un mínimo de quince centímetros de hielo.
—En la cueva.
—¿Nuestra leña? —Meneé la cabeza—. ¿Cuánto va a
durar este invierno? ¿Puedes estar seguro de que tenemos
suficiente leña para desperdiciarla en hogueras de señales?
—Es una posibilidad, Davidge. ¡Es una posibilidad!
Nuestra supervivencia dependía de una tirada de los
dados. Me encogí de hombros.
—¿Por qué no?
Pasamos las horas que siguieron arrastrando una cuarta
parte de nuestra leña cuidadosamente almacenada y
dejándola fuera de la boca de la cueva. Cuando acabamos y
mucho antes de que llegara la noche, el cielo era otra vez un
sólido manto gris. Examinábamos el cielo varias veces cada
noche, esperando que aparecieran las estrellas. De día a
menudo teníamos que pasar varias horas rompiendo el hielo
de la pila de leña. Sin embargo, esto nos dio esperanzas a los
dos, hasta que la leña de la cueva se agotó y tuvimos que
empezar a cogerla prestada de la que habíamos separado
para hacer señales.
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