Page 64 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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Aquélla noche, por primera vez, el dracón tenía aspecto

        de  sentirse  absolutamente  derrotado.  Jerry  estaba  sentado

        ante el hogar, contemplando las llamas. Su mano se metió en


        la chaqueta de piel de serpiente a la altura del cuello y sacó

        un  pequeño  cubo  dorado  colgado  de  una  cadena.  Jerry

        estrechó el cubo entre ambas manos, cerró los ojos y empezó


        a murmurar en dracón; le observé desde mi lecho.



               hasta que acabó. El drac suspiró, bajó la cabeza y volvió

        a poner el objeto dentro de su chaqueta.



               —¿Qué es eso?



               Jerry me miró, arrugó la frente y después tocó la parte

        delantera de su chaqueta.



               —¿Esto? Es mi Talman…, lo que vosotros llamáis Biblia.



               —Una Biblia es un libro. Ya sabes, con páginas que lees.



               Jerry sacó el objeto de su chaqueta, musitó una frase en


        dracón,  y  a  continuación  accionó  un  pequeño  cierre.  Otro

        cubo dorado cayó del primero y el dracón me lo tendió.



               —Ten mucho cuidado con esto, Davidge.



               Me  senté,  cogí  el  objeto  y  lo  examiné  a  la  luz  de  la

        hoguera. Tres piezas de metal dorado unidas con bisagras



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