Page 1051 - Anatema - Neal Stephenson
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nos vamos a quedar sentados pasivamente mientras nos
lanzan barras.
—¿El pájaro va a chocar con el icosaedro? —pregunté.
—No a menos que sean tan tontos como para meterse en
medio. Pero llegará tan cerca que tendrán que hacer algo,
por precaución.
—¡Bien! —dijo Jesry tras pensárselo un minuto—. No hay
muchas posibilidades de hacer nada durante Lucub.
—Sí —dije—. Supongo que después de todo tomaré vino.
Nos llevamos la botella al césped que había entre el
Claustro edhariano y el de los Oncenos roscónicos.
Sabíamos dónde mirar en el cielo, así que nos dispusimos
y nos tendimos en el suelo aguardando el Fin del Mundo.
Echaba mucho de menos a Ala. Llevaba un rato sin
pensar mucho en ella. Pero era con ella con la que quería
estar si empezaban a llover las bombas.
En el momento fijado hubo un diminuto y momentáneo
destello de luz en la constelación donde sabíamos que
estaba el Edro. Como si entre su nave y nuestro pájaro
hubiese saltado una chispa.
—Le han dado con algo —dijo Emman.
—Un arma de energía dirigida —entonó Jesry, como si
realmente supiese de qué hablaba.
—Un láser de rayos X, para ser exactos —dijo una voz
cercana.
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