Page 59 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
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El apartamento en sí mismo era un piso de cuatro
habitaciones, bien aislado para proteger a los vecinos de las
telemisiones de Robin. Estaba abarrotado de libros, música,
pinturas y grabados... todo ello evidencia de la culta y
solitaria vida de esta desafortunada telépata en el sentido
equivocado.
Robin jaunteo al cuarto de estar del departamento algunos
segundos después de Foyle, que la estaba esperando con
feroz impaciencia.
—Así que ahora ya lo sabe seguro —comenzó sin
preámbulos. Le asió un brazo en forma dolorosa—. Pero no
va a contar a nadie del hospital acerca de mí, señorita
Robin. A nadie.
—¡Déjeme ir! —Robin le golpeó en el rostro—. ¡Bestia!
¡Salvaje! ¡No se atreva a tocarme!
Foyle la soltó y dio un paso atrás. El impacto de su
revulsión lo hizo volverse, enfadado, para ocultar su rostro.
—Así que ha estado engañándonos. Sabe como jauntear.
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