Page 304 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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de aquí para allá, con la facilidad que da una
multimilenaria adaptación al espacio.
- ¡Atención ahora...! - Advirtió Ban Chan.
La deceleración hizo que Jonás diera una
voltereta, y sus botas casi rompieron los
espejos que rodeaban la portilla de visión del
transbordador. Gwalior y el infante se habían
afirmado por los pies.
Los colmeneros les rodeaban curiosos. Eran
criaturas de no más de un metro y medio de la
cabeza a la cola. Parecían un cruce de lagarto
e insecto. Su piel era una espesa cutícula que
constituía un traje del espacio natural,
poseyendo válvulas esfínter en la boca y el año
para impedir que el intestino se vaciase al salir
al espacio. Sólo tenían dos miembros similares
a brazos humanos, articulados por los codos y
rematados en manos. En la ingravidez, las
piernas servían de bien poco; una cola prensil,
como la que ellos poseían, era más útil. La
cabeza tenía dos ojos laterales que
proporcionaban una visión
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