Page 307 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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plaga que le había traído hasta allí. Pero su


           imaginación le hacía creer que estaban en un


           universo nuevo, sin sol, sin estrellas. Un


           universo que constaba de suelo, vías y un


           pequeño gusano luminoso a lo lejos. Al principio


           caían libremente; luego, a medida que la



           trayectoria se hacia paralela al eje, notaba el


           progresivo aumento de la gravedad. La vía


           estaba peraltada para compensar la fuerza de


           coriolis. Jonás creía que iban despacio, pero


           una vez más, la falta de resistencia del aire le


           había engañado. Las señalizaciones dispuestas


           a ambos lados de la vía le demostraban que se



           movían a gran velocidad.


              Finalmente, las luces quedaron frente a ellos.


           Ya se advertían las cabañas prefabricadas y


           alineadas en una avenida, iluminadas por tres


           filas de fluorescentes. De cada una de las


           cabañas partía un conducto traslúcido, con


           forma de cordón umbilical, que la unía con la


           siguiente.


           El monorraíl frenó. Entraron en una esclusa,





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