Page 300 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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los juggernauts, el Imperio y los rickshaws. El
infante de marina dormía plácidamente, tal y
como había aconsejado a Jonás. Gwalior
permanecía quieto, como ensimismado en
profundos pensamientos. Jonás le observó
durante un largo rato, preguntándose si
dormiría también Pero el Ayudante Mayor se
movía de vez en cuando.
Cuatro horas y media más tarde, la esclusa
cicló y los tres salieron al espacio. En total
habían pasado seis horas desde que iniciaran
la preparación para el espacio.
Desde fuera, la nave de guerra era una gran
sombra a sus espaldas. Pero no había
oscuridad: La Galaxia, del tamaño aparente de
una rueda de carro, a un metro de distancia,
bañaba todo con su luz lechosa. En los brazos
espirales se combinaban el blanco hueso y
marfil amarillento, con oscuros pozos de gas
color cinabrio. Al otro extremo del cielo,
Akasa-puspa era un escudo fulgurante de
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