Page 198 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 198
viaje en el tiempo era una realidad—, ¡y era
un impulso guiado por una curiosidad que
descendía, al igual que la mía, del mono! Me
sentí sorprendentemente emocionado por
ello, y me alegré un poco por Nebogipfel. La
humanidad había cambiado mucho en los
años que nos separaban, ¡pero allí había una
prueba de que la curiosidad, ese impulso
incansable por descubrir, y la temeridad
asociada a ella, no habían muerto por
completo!
Y surgimos a la luz. Sobre mi cabeza vi el
desmantelamiento de la Esfera. Luz solar
pura inundó la máquina y Nebogipfel gritó
de dolor.
Me quité las gafas. El Sol descubierto, al fin,
se mantenía fijo en el cielo, pero pronto
comenzó a desplazarse de su posición; corrió
por el cielo más y más rápido, y el paso de
días y noches volvió a la Tierra. Finalmente,
el Sol se disparó por el cielo demasiado
rápido para seguirlo, se convirtió en una
banda de luz, y la alternancia de días y
noches fue remplazada por un brillo
perlífero, bastante frío, uniforme.
Así, la regulación del eje y la rotación de la
Tierra se deshizo.
El Morlock estaba encorvado sobre sí mismo,
con la cara hundida en el pecho. Tenía las
gafas sobre la cara, pero su protección no
198

