Page 709 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Nicholas, al que halló de pie en el centro del
vestíbulo con las manos en los bolsillos, rodeado
por aquella marea humana que apenas parecía
rozarlo. Caminó hasta él y lo agarró por el brazo
para llamar su atención. Sin necesidad de mediar
palabra, comenzaron a avanzar hombro con
hombro contra la corriente, abriéndose paso entre
los alumnos que discurrían desordenadamente
hacia el comedor y las salas de esparcimiento.
Fueron dejando atrás las zonas más concurridas
y no tardaron en encontrarse completamente solos,
recorriendo las amplias galerías que daban a las
aulas vacías. Las luces estaban apagadas, pues ya
nadie debía permanecer allí, y el silencio que
reverberaba en los pasillos alimentó en ellos una
inquietud desconocida. A cada paso parecían
adentrarse un poco más en un mundo de
incertidumbres, similar al cotidiano solo en
apariencia, pero en el que, sospechaban, no regían
las leyes de la lógica y la probabilidad que les
habían inculcado. Aquella perspectiva hizo sonreír
a Eugene.
—¿Por qué sonríes? —susurró Nicholas, que
vio de soslayo la expresión de su compañero.
—Porque el aire ha cambiado, ¿no lo notas? Ya
estamos dejando atrás los muros de St. Martha.
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