Page 272 - Los Sin Nombre - Ramsey Campbell
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Los sin nombre: 23                                                   Ramsey Campbell

            que apenas era capaz de esquivar. Pero estaba ganando

            terreno, por muy ronca que fuera su respiración.


               De  repente,  la  mujer  corrió  hacia  la  carretera  e,

            instantes después, accedió a una calle lateral que estaba

            inundada  de  luz  anaranjada.  Barbara  la  siguió


            jadeante, pero resbaló sobre la hierba de un prado que

            olía a siega. Ted, que venía corriendo por Broomielaw,


            llegó a la calle lateral a la vez que Barbara.

               No  tenían  tiempo  para  respirar  ni  para  hablar.

            Corrieron a lo largo de la calle desierta, bajo ventanas


            oscurecidas por la luz. Ted podía oír en su respiración

            el  esfuerzo  que  estaba  realizando.  Ni  Barbara  ni  él

            estaban en forma, pero la mujer a la que perseguían


            parecía estar mucho peor, pues antes de que girara a la

            izquierda  habían  acortado  en  gran  medida  las

            distancias.


               Cuando Barbara llegó a la esquina vio que la estación

            se alzaba ante ella. Sus grandes ventanales arqueados


            brillaban  como  los  de  una  catedral.  La  mujer  estaba

            corriendo bajo el ancho puente que conducía las vías

            hacia Broomielaw, cruzando las alfombras de luz que


            se extendían ante una docena de tiendas. Cuando pasó

            por delante de una cola de autobús, las personas que


            esperaban  en  ella  giraron  sus  cabezas  para  mirarla.

            Barbara  sintió  deseos  de  gritarles  que  la  detuvieran,








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