Page 82 - iIndependencia 1849-1856.
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82 Wenceslao Vega B.
En Estados Unidos había un grupo de fuertes influencias
políticas que abogaban por una intervención muy directa de
ese país en los asuntos de las Antillas. Había fuertes presio-
nes para que se anexara a Cuba por compra o conquista. Los
congresistas de los estados esclavócratas soñaban con hacer
de las islas en torno al mar Caribe un territorio americano y
esclavista. La situación peculiar de la isla de Santo Domingo,
era pues de interés para los grupos y partidos que participa-
ban en la política norteamericana de la época. Pero pronto,
los Estados Unidos se vieron envueltos en una cruenta guerra
civil y su interés sobre República Dominicana pasó a segundo
plano.
En cuanto a España, esta nación no se hizo muy presente en
los primeros años de existencia de la República Dominicana.
No tenía cónsul ni agente comercial ni en Puerto Príncipe ni en
Santo Domingo. Sin embargo, los gobernadores generales de
las colonias españolas de Cuba y Puerto Rico, mantenían a su
gobierno en Madrid, enterada de lo que sucedía en la antigua
colonia.
En mayo de 1844 a escasos dos meses de la proclamación de
la independencia dominicana, los españoles se preocupaban por-
que Francia no se adueñase de la nueva nación. El Gobernador
de Puerto Rico le informa a su gobierno:
Que la Junta Gubernativa de Santo Domingo guiada por un
tal Bobadilla y Caminero en particular están tramando un tratado
con la Francia bajo las bases siguientes: 1ro. protección y auxilio
de parte de la Francia para mantener el nuevo orden de cosas;
2do. Un préstamo de 500,000 redimibles a ciertos plazos; por cuyos
favores recibiría Francia de Santo Domingo, primero la península
de Samaná como garantía y en la que tomarán posición militar.
Segundo, ciertas concesiones y prestigio para el pabellón y comercio
francés; asegurándose que estaban esperando al Almirante para

