Page 249 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Es lo que hay.




                     ¿Y luego qué, volver a casa?




                     Buena pregunta.



                     Repostar.




                     Buena suerte.




                     Hablo  conmigo  mismo.  Bangley  no  está  a  la


              vista.  Subo  a  lo  alto  de  la  escalera  y  lleno  los



              depósitos de la Bestia. Hay suficiente sol directo


              para utilizar el surtidor, para disfrutar del viejo clic


              analógico de los números girando en el contador.


              La  suave  brisa  cálida  me  acaricia  la  mejilla


              izquierda,  suena  el  penetrante  grito  del  gavilán.


              Mellado como sus alas. La emoción del viaje, del


              auténtico  viaje,  con  el  cambio  de  paisaje  que


              conlleva.  No  sé  a  qué  se  debe  ese  brote  de


              optimismo.  Bangley  tiene  razón:  no  hay  muchas



              posibilidades  de  conseguir  información  que  nos


              sirva de algo pero sí muchas de que el tío de la


              torre se haya convertido en un esqueleto. ¿Y qué


              noticias  nos  podrían  servir  de  algo?  Llevo


              preguntándomelo  todo  este  tiempo.  ¿Dónde


              están  las  noticias?  Comemos,  dormimos,


              aseguramos el perímetro, nos defendemos, subo



              a veces a las montañas para ver cómo están los




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