Page 337 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Asentí.




                     Todos. La infraestructura se desgastó y luego


              se derrumbó. Fue antes del fin. Fue horrible.




                     Cogí la taza de leche y bebí como si así me


              pudiera enfriar.




                     Fue un delirio. Todo el mundo aferrándose a


              una  brizna  de  esperanza:  la  de  ser  inmunes.


              Porque  se  hablaba  de  eso,  de  una  misteriosa


              resistencia  hereditaria  en  algunas  familias.


              Misterios de la genética.




                     Me  miraban  sin  parpadear.  El  hombre  abrió


              una navaja de bolsillo y se hurgó los dientes.




                     Cuando  murió  mi  mujer  fui  al  aeropuerto


              regional donde guardo mi avión. Me escondí.




                     Lo  defendiste,  dijo  él,  escrutándome  con  la


              mirada.




                     Asentí.




                     Alguien te ayudó.




                     Estaba calibrando mi resistencia al infierno y a


              la muerte, mi capacidad de causarla.




                     Lo  defendimos.  Bangley  y  yo.  Bangley








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