Page 332 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Te llamabas Higs, ¿verdad?
Hig.
Hig. ¿Quieres almorzar?
Me paré. Aquella mujer me sacaba como un
centímetro. Una cicatriz quemada por el sol le
partía el pelo moreno y la ceja derecha. Delgada
y afilada. El cardenal en la garganta.
¿Almorzar? ¿Pero todavía se respetan las
comidas?
Nosotros sí.
Dirigí la vista hacia la casa. El cabronazo del
viejo se guardó el arma en la parte de atrás del
cinturón, se ajustó el sombrero, nos miró.
¿De verdad es tu padre?
Sí. Por parte de padre.
No intentó disculparlo. Habría sido una
pequeña traición. Me gustó el detalle. Por parte
de padre. Qué bueno. Me sonreía.
A lo mejor él no quiere comer conmigo.
No lo he invitado.
Metió los pulgares en los bolsillos del pantalón
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