Page 388 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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I
No teníamos ninguna prisa, la verdad. En los
grandes ríos había agua más que suficiente si
nos quedábamos tirados en Junction.
Esperaríamos un par de semanas para engordar
un poco, dejar que la estación avanzase hasta el
pleno verano, aprovecharla mientras durase.
Mientras menguaba el arroyo. Decidí disfrutar ese
tiempo. Lo consideré unas vacaciones, las
primeras desde entonces.
Desde que había presentado mi inesperado
plan de emergencia se había relajado un poco el
ambiente en el rancho. Me sorprendió, la verdad,
que la idea de recogerlo más tarde lo
sorprendiera. Era tan agudo, tan buen
estratega… En eso se parecía a Bangley, en las
crisis siempre planeaban tres movimientos por
adelantado y mantenían la calma.
Entonces me di cuenta de que seguramente
se le había ocurrido esa opción de inmediato. Y
entonces lo respeté todavía más. Él ya lo sabía.
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