Page 43 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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inspeccionó y saltó del avión como si se negase a


              volar,  tal  cual.  Se  sintió  ofendido.  Antes  me


              preocupaba por el rugido del motor y el estallido


              de  la  hélice.  Me  pongo  los  cascos  aunque  no


              haya  nadie  con  quien  hablar  por  radio,  solo


              porque amortiguan el ruido, pero me preocupaba


              Jasper,  hasta  intenté  hacerle  un  protector  para


              los  oídos,  un  chisme  en  plan  casco,  pero  se  le



              caía. Creo que por eso se ha quedado sordo.




                     Cuando  recogía  aceite  y  demás,  ponía  la


              colcha encima de la carga para que pudiera mirar


              por la ventana.




                     ¿Ves?, le decía. Por lo menos vas a gusto la


              mitad  de  las  veces.  Más  de  lo  que  muchos


              podemos esperar.




                     Pero le parecía un mal apaño, se notaba. No


              se  emocionaba  ni  la  mitad  que  antes.  Así  que


              ahora,  cuando  no  voy  a  recoger  nada,  solo  a


              volar, que es casi siempre, vuelvo a atornillar el



              asiento, tardo solo unos minutos. No es que nos


              falte  el  tiempo  precisamente.  La  primera  vez


              volvió  a  sentarse  erguido  y  me  miró  como


              diciendo:  ¿Por  qué  has  tardado  tanto?,  luego


              miró al frente muy serio, frunciendo el ceño como








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