Page 42 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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saltos en el patio, los veo reír desde doscientos


              pies  de  altura,  es  el  único  momento  en  que  los


              veo reír.




                     Antes Jasper podía entrar en la cabina de un


              salto  pero  ya  no.  El  cuarto  año  tuvimos  una


              discusión. Quité el asiento del copiloto por reducir


              peso para la carga y puse una colcha de franela


              con  un  dibujo  de  un  hombre  disparándole  a  un


              faisán que se repetía por todas partes, detrás de



              su perro que señalaba con una pata. No sé muy


              bien  por  qué  no  lo  hice  antes.  El  perro  no  se


              parece  a  Jasper,  pero  da  igual.  Lo  tomé  en


              brazos.  Lo  dejé  sobre  el  dibujo  del  hombre  y  el


              perro.




                     Tú y yo en otra vida, le dije.




                     Le gusta volar. Y aunque no le gustase, no lo


              dejaría solo con Bangley.




                     Cuando quité el asiento se deprimió. Ya no se


              podía sentar encima y mirar afuera. Sabe que no


              tiene  que  tocar  los  pedales  del  timón.  Una  vez,


              con  una  turbulencia  muy  fuerte,  resbaló  hasta



              chocar con ellos y casi nos matamos. Después de


              aquello  instalé  una  especie  de  valla  de  madera


              de  diez  centímetros  pero  la  retiré  porque  él  la






                                                                                                            42
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