Page 64 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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bajar la cabeza.
Levanto la cabeza de la almohada.
Veo la escarcha, la luna.
Al bajar la cabeza pienso en mi casa.
El poema más famoso de Li Po.
Incluso entonces, mucho antes del fin, la
nostalgia insondable. Casi nunca estamos como
en casa. Ninguno.
Me recuesto sobre el talego relleno de
espuma que me sirve de almohada. No se
ensucia tan rápido ni me recuerda a mi antigua
cama. Me calo el gorro de lana. El cielo está claro
como el cristal, hasta mediados de junio no
empiezan los incendios forestales, la Vía Láctea
fluye como un río de estrellas de una profundidad
insondable, de una profundidad inimaginable,
vamos. Jasper suspira. Casi no hay viento. El
poco que corre me enfría el oído derecho, una
brisa perezosa del norte.
¿Me sentiría más a gusto si conociera a un
piloto de Grand Junction? ¿Si Denver, al sur,
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