Page 74 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Ya de niño, lo de matar era lo que menos me
gustaba. Me encantaba cazar con mi tío Pete. Un
hombre de letras y de acción chapado a la
antigua, al estilo de Ernest Hemingway y Jack
London, salvo que él daba clases de bailes de
salón. En cruceros. La tía Louise y él se
dedicaron a eso durante unos veinte años, y
entonces ella se murió y mi normalmente
entusiasta y hablador tío se volvió callado, más
serio. Seguía siendo divertido. No se le daba muy
bien ni lo uno ni lo otro, ni la acción ni las letras,
pero lo idolatré durante mucho tiempo, más del
necesario, y fui con él a mi primera cacería de
alces cuando tenía doce años.
Se me daba bien. Entendía el terreno y el
hábitat a la primera, casi como si me hubiera
criado con el Pueblo de los Ciervos, y era
silencioso y tenía cuidado con la dirección del
viento y con el silbido de las ramitas al rozar con
el nailon de la mochila y con el ruido del agua que
ahogaba los demás sonidos, y era un rastreador
hábil, y muy útil en el campamento, y salía del
saco de un salto al gélido frío de la montaña a las
cinco de la mañana de una noche de mediados
de noviembre. Todo eso me encantaba, y al
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