Page 1138 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 1138
el fuego de los hombres de Motley.
Lin despierta contenta, parlotea animadamente con las
manos, agita los brazos a su alrededor para ponerse en pie y
no puede hacerlo, cae y llora o se ríe de forma cínica, sus
mandíbulas castañetean, se mancha como una niña pequeña.
Empieza a dar sus primeros pasos por nuestro tejado con
su media mente. Indefensa. Destruida. Un insólito remiendo
de risa infantil y sueños adultos, un habla extraordinaria e
incomprensible, compleja y violenta y pueril.
Isaac está destrozado.
Nos trasladamos de tejado, inquietados por ruidos que
llegan desde abajo. Lin tiene una rabieta mientras
caminamos, enloquecida por nuestra incapacidad para
comprender su extraño torrente de palabras. Golpea el suelo
con el tacón, abofetea débilmente a Isaac. Hace señales que
son insultos crueles, trata de alejarnos a patadas.
La controlamos, la abrazamos con fuerza, la sujetamos y
nos la llevamos.
Nos movemos de noche. Tememos a la milicia y a los
hombres de Motley. Vigilamos en busca de constructos que
puedan avisar al Consejo. Estamos atentos a movimientos
bruscos y miradas sospechosas. No podemos fiarnos de
nuestros vecinos. Debemos vivir en un hinterland de media
oscuridad, asilado y solipsista. Robamos lo que necesitamos
1138

