Page 552 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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El alcalde sabía que la Tejedora haría cualquier cosa
que, en su criterio, mejorara la telaraña global. Podía
pretender estar muerta o reformar la piedra del suelo
en una estatua de león. Podía arrancarle los ojos a Eliza.
Lo que fuera con tal de dar forma al patrón en el tejido
de éter que solo ella podía ver; lo que fuera con tal de
dar forma al tapiz.
El recuerdo de Kapnellior discutiendo sobre
textorología, la ciencia de las Tejedoras, pasó por la
cabeza de Rudgutter. Aquellos seres eran de una
fabulosa rareza, y solo habitaban la realidad
convencional de forma intermitente. Los científicos de
Nueva Crobuzon únicamente se habían procurado el
cadáver de dos desde la fundación de la ciudad. La de
Kapnellior no era, ni mucho menos, una ciencia exacta.
Nadie sabía por qué aquella Tejedora había elegido
quedarse. Hacía más de doscientos años había
anunciado al alcalde Dagman Beyn, en su forma
elíptica, que viviría bajo la ciudad. A lo largo de las
décadas, una o dos administraciones la dejaron en paz,
pero la mayoría había sido incapaz de resistirse al
embrujo de su poder. Sus ocasionales interacciones (a
veces banales, a veces fatales) con acaldes y científicos
eran la principal fuente de información para los
estudios de Kapnellior.
El propio científico era un evolucionista. Sostenía la
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