Page 153 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  Bueno,  el  agua  «fría»  era  caliente,  pero  no


               tanto  como  para  no  poder  soportarla.  E  iba



               acumulándose  a  su  alrededor  en  tanto  él  se


               repantigaba en el fondo curvo.


                  Una voz suave llamó:


                  —Corbell, contesta.


                  Extendió la mano y acercó el casco al borde de


               la bañera.


                  —Estoy  tomando  un  descanso.  Vuelve  a



               llamar  dentro  de  una  hora.  Y  envíame  una


               bailarina.





                  IV





                  —…puedes  —repetía  una  voz  suave—.


               Repito:  Corbell,  contesta  si  puedes.  Repito:


               Corbell…


                  Corbell abrió los ojos.



                  Todas las texturas le eran extrañas a la vista y


               al  tacto.  No  estaba  a  bordo  del  Don  Juan.


               ¿Dónde, entonces?


                  ¡Ah!  Había  encontrado  dos  artefactos  en  el


               borde  de  la  bañera,  dos  prominencias  suaves,


               como  rellenas  de  plumón,  diseñados  para


               recostar  entre  ellos  la  cabeza.  Su  cuello  aún



               permanecía  entre  las  almohadillas.  Estaba





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