Page 159 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
P. 159

suyos, que era una de las cosas que más le gustaban, yo


             solo  me  prestaba  a  lo  que  un  prisionero  durante  un

             interrogatorio.  En  el  fondo  no  eran  amigos  míos,  pero

             además no estaba acostumbrada a las charlas banales, ni

             tampoco  a  las  «charlas  cruciales»,  como  me  gustaba


             llamarlo.  No  me  interesaba  la  política,  salvo  si

             perjudicaba al medio ambiente. No era religiosa. Todas

             mis aficiones tenían que ver con mi trabajo. Vivía para lo


             que  hacía  y  centrarme  hasta  ese  punto  resultaba

             excitante, pero a la vez era algo profundamente personal:

             no  me  gustaba  hablar  de  mis  investigaciones.  No  me


             maquillaba, ni me preocupaba por tener zapatos nuevos

             o  por  escuchar  lo  último  en  música.  Seguro  que  los

             amigos  de  mi  marido  me  encontraban,  como  mínimo,

             taciturna.  A  lo  mejor  hasta  pensaban  que  era  basta  o


             «curiosamente  ignorante»,  como  le  oí  decir  a  uno,

             aunque no sé si se refería a mí.



                    Me  gustaban  los  bares,  pero  no  por  las  mismas

             razones  que  a  mi  marido.  Me  encantaba  esa  cocción  a


             fuego lento de las salidas nocturnas, cuando mi mente no

             paraba  de  dar  vueltas  a  un  mismo  problema,  a  algún

             dato  concreto,  mientras  podía  dar  la  imagen  de  hacer

             vida social aunque, en realidad, me mantenía al margen.


             Mi  marido  se  preocupaba  demasiado  por  mí,  y  mi

             necesidad de estar sola le aguaba el placer de hablar con


                                                           158
   154   155   156   157   158   159   160   161   162   163   164