Page 160 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
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sus amigos, que eran casi todos del hospital. Por ejemplo,
a media frase empezaba a arrastrar las palabras y a
mirarme en busca de algún indicio de que me sentía a
gusto; mientras, un poco al margen, yo apuraba mi
whisky. «¿Te lo has pasado bien, pájaro fantasma?», me
preguntaba más tarde; yo asentía con una sonrisa.
Pero, para mí, pasarlo bien era asomarme a
hurtadillas a una poza de marea para averiguar los
entresijos de las criaturas que la habitaban. Para mí,
sustento iba ligado a ecosistema y hábitat; orgasmo, a la
súbita comprensión de la interconexión entre los seres
vivos. La observación siempre me importó más que la
interacción. Él lo sabía, creo. Pero nunca fui capaz de
expresárselo bien, a pesar de que lo intenté y de que él
me escuchaba. Y en cambio, en otros aspectos, yo no era
más que expresión. Mi único don o talento, pienso ahora,
era que los lugares podían estamparse en mí y yo podía
convertirme en parte de ellos con facilidad. Incluso un
bar era un tipo de ecosistema, si bien muy ordinario, y
cualquiera que llegase y me viera ahí sentada, alguien
con prioridades distintas a las de mi marido, se
imaginaría que estaba contenta en mi pequeña burbuja
de silencio. No tendría problema en creerme integrada.
Sin embargo, si bien mi marido me quería ver más o
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