Page 168 - Dimension De Milagros - Robert Sheckley
P. 168
—Bueno, en cierto modo sí —dijo Carmody, pero
reflexionando sobre la dimensión temporal, agregó—:
Aunque en realidad, no.
—¡Oh! —exclamó Emie infantilmente, y mirándoles,
quedó silencioso.
Carmody devolvió la mirada, fascinado por la
enorme y horrenda cabeza, más grande que una máquina
tragamonedas o un barril de cerveza; la boca estrecha,
rellena de hileras de dientes agudos como estiletes. ¡No
podía ser más aterrador! Sólo los ojos, redondos, azules,
suaves y confiados, contrastaban con el resto amenazante
del dinosaurio.
—Bien —dijo al fin Emie—. Entonces, ¿qué estáis
haciendo aquí en el parque?
—¿Esto es un parque? —preguntó Carmody. —
Seguro que es un parque —dijo Emie—. Es un parque
para chicos, y aunque sois muy pequeños, no creo
que vosotros seáis chicos...
—Tienes razón, no soy un niño —dijo Carmody—,
He llegado hasta tu parque por un error. Creo que lo
mejor sería que hablara con tu padre.
—Perfecto —dijo Emie—. Móntate en mi espalda, que
te llevaré. Y no lo olvides, yo te descubrí. Trae a tu amigo
también. ¡Qué extraño es!
167

