Page 198 - Dimension De Milagros - Robert Sheckley
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mi alma!ʹ ante las diversas entidades in— humanas que
le salieran al paso. No podía hacer eso sin perder su
propia estima, y a Carmody le interesaba bastante su
propia estima. Al momento presente de su vida, era una
de las pocas cosas que aún le quedaba.
Por lo tanto, se alejó de la fuente y empezó a caminar
por la plaza como alguien acostumbrado a hablar con
ciudades como si tal cosa, un poco aburrido ya de la
misma historia. Caminó bajando por varias calles, y luego
subió por algunas avenidas. Se detuvo ante los
escaparates de los negocios y observó la medida de las
casa. Hizo una breve pausa frente a una escultura.
—¿Y bien? —dijo la ciudad, después de un rato.
—¿Bien qué? —replicó Carmody enseguida.
—¿Qué piensa de mí?
—Pienso que está bien —contestó Carmody.
—¿Sólo bien?
—Mire —dijo Carmody—; una ciudad es una ciudad,
y una vez que se ha visto una, es como haberlas visto a
todas.
—Eso no es verdad —replicó la ciudad, demostrando
cierto resentimiento—. Soy completamente diferente de
otras ciudades. Soy única.
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