Page 74 - Dimension De Milagros - Robert Sheckley
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Melicronos  meditó  un  largo  rato.  La  nariz  de

          Carmody  empezó  a  picarle,  pero  aguantó  el  deseo  de

          rascársela. El y todo el planeta esperaban la decisión de


          Melicronos.


                 Por último, el Dios levantó su cabeza negro‐azabache

          y dijo:


                 —Creo que hay algo de cierto en lo que usted dice.



                 —Es muy bueno admitirlo —dijo Carmody.


                 —Pero lo digo de veras, con toda sinceridad —afirmó

          Melicronos—.  Su  solución  me  parece  inevitable  y

          elegante al mismo tiempo. Y por extensión, creo que el


          Destino que rige a los hombres, a Dios y a los planetas,

          debe haber decido que sucediera esto: que se creara un

          creador sin ningún problema a resolver, y que usted, un


          creado,  se  convirtiera  en  creador  de  un  problema  qUe

          sólo  Dios  podría  resolver.  Y  que  usted  haya  pasado  la


          vida esperando que yo resolviera su problema, mientras

          yo esperé aquí, durante media eternidad, para que usted

          me trajera a resolver su problema.



                 —¡No  me  sorprendería  en  absoluto!  —dijo

          Carmody—. ¿Quiere saber cuál es mi problema?


                 —Ya  lo  he  deducido  —contestó  Melicronos—.  En

          realidad,  debido  a  mi  intelecto  superior  y  a  mi


          experiencia, sé al respecto mucho más de lo que usted






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