Page 870 - Kraken - China Mieville
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una pequeña ráfaga de viento. No había viento.




                    —Kraken —murmuró Dane.




                    Y Billy dijo:




                    —Mierda




                    Cuando Grisamentum descubrió que se estaba


             muriendo,  eso  debió  de  ofenderlo.  No  existía


             ninguna técnica que combatiera el perjuicio de su


             propia  sangre.  No  estaba  interesado  en  dejar



             herederos: su deseo no era dinástico, sino ostentar


             él mismo el poder.




                    La  historia  estaba  salpicada  de  mujeres  y


             hombres  cuya  firmeza  había  obligado  a  sus  yos


             espirituales a regresar para seguir con sus asuntos,


             que  habían  encajado  sus  mentes  en  un  huésped


             tras  otro,  que  habían  escapado  a  la  muerte  por


             pura  tenacidad.  Pero  no  eran  esos  los  dones  de


             Grisamentum.  Byrne  era  buena,  su  experiencia,



             indispensable;  su  compromiso  con  el  proyecto,


             repentinamente  personal;  pero  ella  no  podía


             desovillar  la  muerte  misma.  Solo  podía  hacer


             filigranas con ella, en cierto modo.




                    —Joder, debió de hacer… otros preparativos —


             dijo Billy.




                    Planeó su funeral, su discurso, las invitaciones,

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