Page 791 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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cien kilómetros por encima de la tela ecuatorial y
sus ascensores espaciales, hay muchos humanos,
todos ellos infectados, y miles de durmientes que
tendrán que recibir también el virus. Esa tarea
llevará mucho tiempo, pero este aterrizaje es
también el primer paso hacia la integración, y eso
desde luego que tomará tiempo.
Incluso en el interior de las arañas, el nanovirus
ha librado una larga batalla contra los hábitos
arraigados de canibalismo y parricidio. Su
notable éxito ha tenido lugar, sin embargo, sobre
todo dentro de la especie. Las Pórtidas siempre
han sido cazadoras, y una empatía entre especies
las habría mutilado. Esta ha sido la auténtica
prueba de su ingenio bioquímico. Las arañas lo
han hecho lo mejor que han podido, realizando
los experimentos posibles con mamíferos
inferiores, pero la verdad no pudo ser revelada
hasta que Portia y sus compañeras tomaron el
control de la nave arca.
La tarea no solo consistía en partir de una versión
reducida del virus y reconfigurarla para que
atacase el cerebro mamífero: eso sería ya bastante
difícil, pero por sí solo esencialmente inútil. La
auténtica dificultad para la legión de científicas
arácnidas que trabajaron durante generaciones,
cada una heredando la sabiduría intacta de la
anterior, era diseñar la infección humana para
que reconociese a sus progenitoras: para detectar
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