Page 124 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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pero el doctor Rao sacó una mano con firmeza.
—Nada de saltar ni de trepar —ordenó—. Peligroso. Te
lastimaría.
—¿Lastimarrrrr? —La gata alargó las erres de una forma
tan adorable que tenía que estar diseñada—. ¿No saltarrrr?
—No. —Rao se volvió hacia Ferron—. Están cableados
para responder a la orden «no». Me parece que encontrará
que nuestros gatos loro son superiores en este sentido a los
felinos no modificados. Pero eso no quita que sigan siendo
gatos.
—Claro —convino Ferron. Observó a Presidenta Miau
explorar el nuevo entorno, frotándose el rostro aquí y allá—
. ¿Tiene usted alguna mascota?
—Es frecuente que nos llevemos a casa un prototipo que
ha tenido éxito —dijo—. Sería una pena destruirlos. Tengo
un gato loro rojo y gris y un lémur dorado. Modificado,
claro. Los estándar están protegidos.
Bajo su mirada, la gata de color jacinto se fue abriendo
camino, olisqueando todas las superficies. Se detuvo delante
de un puesto de trabajo en particular antes de marcarlo con
la mejilla y dijo con una sorpresa cómicamente exagerada:

