Page 164 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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del siglo VII cavaban una escalera en la piedra, cuyo fondo
no parecía tener fin. El calor subía en volutas de las
profundidades. La ejecución del trabajo virtual era
asombrosa. Ferron e Indrapramit pasaron de largo,
escondiendo sus miradas de admiración. Se dedicaban
grandes esfuerzos a crear belleza en la realidad artificial,
tantos como si esta fuera de genuina piedra.
La cueva de hielo dio paso al claro de un bosque con
suelo de pizarras irregulares cubiertas de musgo. Sobre ellas
habían colocado mesas curvas y transparentes para jugar al
ajedrez, al go, al mancala, el cribbage y a juegos de estrategia
parecidos. La mayoría de las mesas estaban ocupadas por
parejas de jugadores y en torno a algunas se congregaban
grupos de observadores.
Indrapramit siguió la aguja —y Ferron siguió a
Indrapramit— hasta una mesa donde un unicornio y un
sasquatch estaban jugando a un juego con unas filas de
piedras transparentes rojas y amarillas dispuestas sobre una
cuadrícula según unas reglas que Ferron no comprendía. El
sasquatch levantó la mirada cuando se detuvieron junto a la
mesa. El unicornio —de un negro lustroso con un cuerno
perlado y reluciente y una piedra de ámbar que brillaba
apretada entre las mitades de su pezuña hendida— estaba
concentrado en su siguiente movimiento. La flecha

