Page 118 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
P. 118
los costados, grandes como tubos de chimenea,
moviéndose y abriéndose y cerrándose… todo gris,
con algo así como anillos azules o púrpuras… ¡y por
Dios… ese medio rostro en lo más alto…!
Este recuerdo final, cualquiera que fuese,
resultó demasiado para el pobre Curtis; se desmayó
por completo antes de poder decir nada más. Fred
Farr y Will Hutchins lo llevaron a un lado del
camino y lo tendieron sobre la hierba húmeda.
Henry Wheeler, temblando, enfocó el catalejo hacia
la montaña para ver qué ocurría. A través del
objetivo era posible discernir tres pequeñas siluetas
que, al parecer, corrían hacia la cima tan rápido
como se lo permitía la abrupta pendiente. Sólo eso,
nada más. Después todos percibieron un ruido
extraño e intempestivo en lo profundo del valle de
atrás y aún en la maleza de Sentinel Hill. Era el
chirrido de incontables chotacabras, y en el coro
agudo parecía esconderse una nota de expectativa
tensa y maligna.
Earl Sawyer tomó entonces el catalejo e informó
que las tres siluetas estaban en lo más alto de la
colina, prácticamente al mismo nivel que el altar de
piedra pero a considerable distancia del mismo.
Dijo que una figura parecía estar alzando las manos
118

