Page 126 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
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—¿Qué era, en todo caso, y cómo hizo el joven


              brujo  Whateley  para  llamarlo  desde  el  aire  a  la


              Tierra?




                     Armitage eligió las palabras con sumo cuidado.




                     —Era…  bueno,  era  en  su  mayor  parte  una


              especie  de  fuerza  que  actúa  y  crece  y  se  forma


              mediante leyes distintas a las de nuestra porción de



              espacio.  No  tenemos  por  qué  convocar  cosas  así


              desde el exterior, y sólo la gente y los cultos más


              malvados procuran hacerlo alguna vez. Había algo


              suyo en el propio Wilbur Whateley… lo bastante


              como para hacer de este un demonio y un monstruo


              precoz, y para hacer de su muerte un espectáculo


              terrible.  Voy  a  quemar  su  diario  maldito  y  si



              ustedes  son  sensatos  dinamitarán  ese  altar  de


              piedra, allá arriba, y derribarán todos los anillos de


              rocas erguidos sobre las demás colinas. Cosas como


              esas  atraen  a  los  seres  que  tanto  querían  los


              Whateley…  los  seres  que  ellos  iban  a  hacer


              tangibles para aniquilar a la raza humana, arrastrar


              a la Tierra a algún indescriptible lugar y conseguir


              algún propósito innombrable.




                     «Pero  en  cuanto  a  este  ser  que  acabamos  de


              devolver  a  su  lugar  de  origen…  los  Whateley  lo









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