Page 27 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
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razón válida.
En enero siguiente los rumores se interesaron
un poco en el hecho de que el «cachorro negro de
Lavinia» había comenzado a hablar, apenas a la
edad de once meses. Su habla era destacable, tanto
por como se distinguía de los acentos comunes en
la región, como porque carecía del balbuceo infantil
del que muchos niños de tres o cuatro años habrían
estado orgullosos. El muchacho no era muy
hablador, pero cuando lo hacía parecía reflejar
cierto elemento elusivo ajeno por completo a los
vecinos de Dunwich. Lo extraño no residía en lo
que decía, ni en las expresiones sencillas que usaba,
sino que parecía ligado de algún modo a la
entonación o a los órganos que producían los
sonidos. También el aspecto facial destacaba por su
madurez; porque aunque compartía con la madre y
el abuelo la falta de mentón, su nariz firme y de
perfil precoz, unida a la expresión de los ojos
grandes, oscuros, casi latinos, le daban un aire
incluso adulto y de inteligencia sobrenatural.
A pesar de su aparente brillantez, Wilbur era,
sin embargo, sumamente feo, con algo casi cabrío o
animalesco en los labios gruesos, en la piel porosa
y amarillenta, en el pelo áspero y enredado, y en las
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